Piñatas para año nuevo.

El momento de hacer el recuento de los buenos y malos momentos que vivimos durante el año se acerca. El 31 de diciembre es una fecha en la que celebramos la llegada de un nuevo año y despedimos el que se acaba; brindar por los buenos ratos que pasamos y dejar en el pasado aquellos no tan gratos a la espera de comenzar una nueva etapa con optimismo, es el principal motivo de la celebración.
Existen muchas maneras de recibir el año nuevo: cenando con la familia, bailando con amigos, comiendo uvas, utilizando ciertos colores de ropa, saliendo a la calle con las maletas en la mano…en fin; las opciones son diversas y cada persona escoge la que más le guste.
Una tendencia, no tan conocida por muchos, es la de reventar piñatas para despedir al año viejo. Esta costumbre, más aplicada a cumpleaños y fiestas infantiles en la cultura latinoamericana,  se ha popularizado a lo largo de los últimos años.
Al igual que en las celebraciones, el diseño de las piñatas depende del gusto de quienes la ordenan; sin embargo, conforme dicha costumbre se ha ido popularizando, los comerciantes han sabido innovar y abrirse camino dentro de las nuevas circunstancias, ofreciendo nuevos diseños alusivos a la celebración.
Un ejemplo de esto es “la piñata del año viejo”, en forma de un anciano vestido de blanco, con el número del año que se despide en su vestimenta. Ésta se rompe durante la víspera del año nuevo, mientras se espera la llegada de las bendiciones que traerá el año que está por comenzar.
Otro diseño que se ha puesto de moda para esta celebración, es el de la estrella de cinco y siete puntas. Muchas personas, no sólo las rellenan con dulces, sino también con dinero, para la mayor diversión y sorpresa de los participantes.
El propósito de romper una piñata es el de iniciar una nueva etapa de la vida con alegría, rompiendo todo lo negativo que no permitió avanzar durante el año saliente.
Para otros, el significado es más religioso: una piñata vestida de oropel simboliza al diablo, con sus engaños y vanidades; la venda en los ojos representa la fe, que debe ser ciega; los dulces son la verdad y los dones de la vida.
Ya sea con una connotación religiosa o si solo lo haces por diversión, las piñatas siempre son un buen elemento durante una celebración.